cuando la primavera comience escucharás
la sinfonía de la Naturaleza:
los movimientos del río apenas perceptibles
en las primeras horas de la mañana
acompasados con el sol y el perfume de los frutos
sobre los campos
los cuerpos rosados de las jóvenes en flor
prestos, abriéndose
a la bondad del vino y a los susurros de la noche
caminarás en soledad por las afueras de la ciudad y
creerás intuir (te dirás a vos mismo
con el viento azul rozándote el rostro)
que el mal, la traición y la abyección del hombre
sean, acaso,
infortunadas invenciones literarias.
Para Pablo Cruz
No hay comentarios.:
Publicar un comentario